Una de las razones del incremento en el uso de grama artificial en casas, paisajismo y campos deportivos se debe a lo económicamente rentable que es con respecto al césped natural. No se necesitar regar, por lo que el gasto en agua es casi nulo. También se ahorra en los gastos de mantenimiento de la hierba natural cuando crece o en la fertilización. Además la grama artificial se convierte en la mejor opción en lugares donde la luz natural es mínima o el clima es demasiado seco o demasiado húmedo.